Qué palabra tan atractiva es esta. Detiene nuestra vista sea el rubro que sea donde aparezca. Es imposible dejar de mirar algo que es gratis. Primero con desconfianza, o tal vez con curiosidad.
Según los lingüistas, Gratiis, significa "haciendo favores", "a cambio tan sólo de las gracias o los agradecimientos". Una forma casi indeclinable de gratia es grates, que se refiere exclusivamente a nuestro "gracias" y se usa únicamente para dar las gracias o para referirse a estos actos de agradecimiento o de acción de gracias, y tiene que ver directamente con ser agradecido, es decir con hacerse grato (gratus) como expresión de agradecimiento. De hecho es el pago que se exige por la gratuidad, el agradecimiento, es decir el hacerse agradable a quien tan graciosamente nos favorece. La gratuidad, por tanto, no es total. Devenga agradecimiento, que es una forma de pago muy especiosa.
Hoy gratis significa solamente que no se ha de pagar con dinero. Es un concepto puramente económico. Sin embargo, nada es gratis, todo tiene un precio, dicen los economistas. Ocurre que a veces, ese valor no lo abordamos nosotros, sino alguien que , por conveniencia o bondad, lo hace por nosotros.
Hoy día nadie hace nada por nada. En el ámbito comercial toda gratuidad persigue un beneficio. Ahí entra ya la picardía para ver quién se aprovecha de quién.
Es notable como la palabra GRATIS aparece en miles de lugares, ya sea físicos, como carteles o avisos o virtuales, como las publicidades en TV o internet.
Sin embargo hay muchas personas que hoy dan sin esperar nada a cambio, dan gratis, o por verdadera bondad, y qué bueno que haya personas así en un mundo tan egoísta.
Naturalmente, lo somos y por eso cuando escapamos del negocio de dar a cambio de recibir, estamos entrando en el ámbito de la gracia, de lo gratuito, de lo que no se tiene que pagar, porque alguien lo hizo en lugar nuestro.
Obviamente, a esta altura de mi meditación, la persona de Dios aparece en escena dándome la imagen de la gracia, del inmerecido regalo que recibí, naturalmente gratis, de parte de Dios.
Dos textos bíblicos hablan sobre la gracia de Dios:
Ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que aunque era rico, por causa de ustedes se hizo pobre, para que mediante su pobreza ustedes llegaran a ser ricos.
2 Corintios 8.9
Lo primero que asoma aquí es la entrega y renuncia que hizo Jesús a su propia dignidad y poder como Dios mismo, para enriquecernos a nosotros con dones que no se desvalorizan: La paz, el amor y el gozo del alma, cuando aceptamos su sacrificio a favor nuestro.
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.
Efesios 2.8-9
Este texto expresa, como corolario del anterior, la razón de la gratuidad del amor de Dios a nosotros. Nadie puede devolver a Dios su amor, porque dejaría de ser un regalo de gracia.
Cuando el ser humano intenta compensar la gratuidad de la salvación de Dios, deja de ser gracia y por lo tanto, su infinito precio vuelve sobre nosotros, quienes somos incapaces de pagarlo.
Así lo expresa el Salmo 49:
Los que confían en sus bienes, y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, ni dar a Dios su rescate (Porque la redención de su vida es de gran precio, y no se logrará jamás), para que viva en adelante para siempre, y nunca vea corrupción.
Los invito a confiar en Dios y aceptar su gratuito regalo de vida eterna y perdón. Él lo ofrece a través de reconocer nuestra maldad y arrepentidos ponernos en paz con Dios, transformándonos en sus hijos. ¿Es este un regalo demasiado bueno para ser gratis?.Si viniera de parte de los seres humanos, podríamos desconfiar, pero esto proviene de Dios
Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto. Cristo, a quien Dios escogió antes de la creación del mundo, se ha manifestado en estos últimos tiempos en beneficio de ustedes. Por medio de él ustedes creen en Dios, que lo resucitó y glorificó, de modo que su fe y su esperanza están puestas en Dios.
1ra. Pedro 1.17-21
¿Por qué siempre estoy instándolos a acercarse por fe a Dios y creer en Cristo aceptándolo como su salvador personal?. Muy sencillo: Yo recibí ese perdón, esa esperanza y ese amor gratuitamente. Cuando Jesús estuvo en este mundo predicando las buenas noticias de Dios, les dijo a sus seguidores:
Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente.
Mateo 10.8
La verdadera gracia genera felicidad, tranquilidad, seguridad y obliga a quienes la reciben gratuitamente, a compartirla gratuitamente. Acercate a Dios y acepta su regalo de amor
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