El Pez


El símbolo del pez (Ichthus en griego) fue adoptado por los cristianos de la Iglesia Primitiva para representar a Jesucristo y manifestar su adhesión a la fe.
Antes que Constantino, en el año 350 d.C. convirtiera su idólatra imperio en un reinado católico, este símbolo acompañó a los cristianos diseminados por esas tierras.
Este dibujo era un esquema muy simple de un pez formado por dos arcos de circunferencia cruzados.
Solía dibujarse en la arena para identificar a esa persona que lo hacía como un seguidor de Cristo, que por ese tiempo era visto como un subversivo y sus seguidores, como personas realmente peligrosas, tanto para la política como para la religión.

Los cristianos, siendo minoría en un mundo pagano, tenían sus propios símbolos para identificarse y avivar su fe. En el encontraban la profesión de fe, la razón por la que adoraban a Jesús y estaban dispuestos a morir.
El símbolo del pez puede que sea inspirado por la multiplicación milagrosa de panes y peces o por los peces que Jesús resucitado compartió con sus discípulos (Juan 21:.9). Al llamar a los discípulos, Jesucristo les dijo:
«Síganme, y yo los convertiré en pescadores de hombres. En seguida, ellos dejaron sus redes y lo siguieron». Marcos 1.17-18
La más antigua referencia escrita del símbolo cristiano del pez que se conoce es de Clemente de Alejandría (c 180), quien recomienda tener como sello una paloma o un pez. Clemente no da explicación de estos símbolos, por lo que se puede concluir que ya estos eran ampliamente conocidos. El pez se encuentra ya en las catacumbas romanas, en monumentos romanos de las primeras décadas del siglo II, como la Capella Greca y las Capillas del Sacramento de la catacumba de San Calixto. Los primeros cristianos lo utilizaban en numerosos frescos y sarcófagos.
Después del siglo IV, el simbolismo del pez gradualmente disminuyó. En la actualidad, muchos cristianos deseosos de testificar a través de este símbolo lo incluyen en sus cartas, automóviles, etc.; es una manera de decir, «soy cristiano y quiero que todos lo sepan.»
En esta simbología, las letras de la palabra «Ichthus» representan las iniciales de la frase:
Iesous Christos Theou Uios Soter


I = Iesous (Jesús)
Ch = Christos (Cristo)
Th = Theou (Dios)
U=Uios (Hijo)
S=Soter (Salvador)

Es decir, «Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador»
Es interesante notar que en estas pocas palabras podemos representar sintéticamente nuestra fe.

Primero, la palabra Jesús. Cuando el Señor Jesús vivió en la tierra este nombre era muy común, muchas personas lo tenían, no llamaba la atención como puede serlo hoy.
En la Biblia hay varias personas que se llamaban como nuestro Señor. Eso da cuenta que Cristo estuvo en este mundo como un perfecto desconocido durante mucho tiempo, hasta que empezó a hacerse notable por sus palabras y sus hechos.
Dijeron de él: “Pero si este es el hijo del carpintero”, expresando así lo vulgar de su origen e historia. Sin embargo, este aspecto de su vida nos da la pauta que él estuvo entre nosotros , no como un superhéroe, sino un hombre más que fue como nosotros , pero sin pecado.

Hebreos 2
Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, Jesús también co mpartió esa naturaleza humana …era preciso que en todo se asemejara a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, a fin de expiarlos pecados del pueblo. Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados.

En segundo lugar la palabra Cristo, es transliterada del griego y significa “el señalado”, “el elegido de entre otros”. Aunque parecía uno más, Dios lo identificó como el que había venido a buscar y salvar a los perdidos sin Dios.

Mateo 3
Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre él. Y una voz del cielo decía: «Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él.»

Es por eso que llamamos respetuosamente al Señor, Jesucristo, el hombre elegido por Dios.
Tercero, Dios hijo o hijo de Dios, es uno de los títulos que identificó al Señor en la tierra. La persona de Dios en la tierra mostró todas las características del amor y la gracia de Dios.
Nos mostró su corazón, anduvo entre nosotros y nos mostró el camino a Dios

Juan 14
Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie llega a Dios sino por mi”

Finalmente, salvador. Este es tal vez el aspecto más dramático de esta declaración de fe.
Con este título expresamos que Jesús pagó un precio muy alto para llevarnos a Dios. Tuvo que salvarnos de las garras del diablo, tuvo que rescatarnos de nuestra vida inútil y tuvo que morir en lugar nuestro para llevarnos a Dios.
El salvador Jesús es el título que tal vez suene más dulce a nuestra alma, porque era lo que necesitábamos para vivir en paz con Dios y él lo sabía, por eso lo envió al mundo.

Quien cree y deposita su fe en este Jesucristo, Dios hecho carne y salvador del mundo, tiene asegurada la paz con su Creador y la vida eterna permanente en el cielo de Dios.

¿Es el pez simbólicamente la representación de tu fe?. ¿Entendiste y aceptaste este mensaje?. Si es así , podés alegrarte en que tomaste la decisión más importante de tu vida y si no lo hiciste, ahora es el momento de tomarla, ya que no tenemos comprada la vida y es muy breve como para vivirla sin Dios.
Dios te ilumine para hacerlo y comenzar a disfrutar la vida cristiana

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amen hermano