Límites
June Mc Carroll fue una médica que nació en el estado de Nebraska, en USA en 1867 y vivió en California desempeñando allí su profesión. Curiosamente, se hizo famosa, pero no a través del mundo de la medicina.
En el otoño de 1917, manejaba su Ford T por la carretera por la que viajaba a su oficina cerca de la localidad de Indio, California . En ese entonces los automóviles comenzaban a multiplicase por todo el país. De repente se encontró cara a cara con un camión en una curva y fue literalmente despedida a una montaña de arena en la banquina.
Desde ese momento, se le ocurrió la idea de pintar una línea blanca en el centro de la ruta para delimitar el carril de cada mano, a fin de que los conductores se mantuvieran dentro del mismo.
La Dra. McCarroll pronto le comunicó su idea a la cámara de comercio local y la Junta de Supervisores del Condado de Riverside, sin éxito. A través de el Club de Mujeres de Indio y muchas organizaciones de mujeres similares, hizo pública una carta a todo el Estado anunciando una vigorosa campaña en pos de su propuesta. Como suele ocurrir, la burocracia terminó anulando su pedido.
C.N. Hamilton era partidario del concepto de carril demarcado en las rutas que la doctora Mc Carroll había propuesto. Cuando en 1924 se convirtió en miembro de la Comisión de Carreteras de California, convenció a sus compañeros de que aprobaran la pintura experimental de una línea central de cerca de 8 kilometros a lo largo de la antigua Ruta 99. Los accidentes disminuyeron de manera espectacular en ese tramo, de modo que todo el Estado de California hizo alarde de su seguridad vial gracias a las líneas McCarroll en sus carreteras.
En noviembre de 1924, la idea fue adoptada por la Comisión de carreteras de California y 3.500 kilómetros de líneas fueron pintados No pasaría mucho tiempo antes de que la idea fue adoptada en todo el mundo.
El 24 de abril de 2002, en honor a su contribución a la seguridad vial, fue designado oficialmente el tramo de la carretera interestatal 10 cerca de Indio como “Dr June McCarroll Memorial Freeway".
Desde entonces, casi todo el mundo ha seguido este ejemplo. Hoy casi no se concibe que una ruta sea segura sino tiene marcado los carriles y la banquina con líneas blancas o de colores según corresponda.
Cuando vamos por una ruta abandonada o no demarcada, enseguida nos percatamos de cuan peligroso es circular por ella, especialmente de noche.
Las líneas acotan nuestra circulación y nos avisan que vamos por el carril correcto. Así somos los seres humanos, necesitamos cotas, límites porque si no los tenemos, hacemos desastres.
Necesitamos renglones para escribir, flechas para orientarnos, líneas para no salirnos de ruta, reglamentos para no dañar a los demás ni a nosotros mismos, carteles que nos alertan de peligros.
¡Que bien hacemos cuando aprovechamos todas estas señales y cotas, a fin de beneficiarnos y beneficiar a los que nos rodean!
Dios nos ha dado libre albedrío, es decir, obramos a voluntad, pero existe un problema en el mundo desde que el hombre decidió apartarse de Dios. Es el pecado que no nos deja ver lo correcto, obnubila nuestra visión y hace que nos vayamos del camino. Pero Dios también es amoroso y quiere que nos vaya bien, por lo tanto, también pone señales y líneas en nuestro camino y para que, ante el peligro inminente, podamos estar alertados.
Mirá que respetuoso es Dios de nuestra elección, que no nos obliga a ir por donde el quiere, sino que silenciosamente, como un cartel a la vera del camino o como una línea pintada en la carretera, te indica el buen camino, para que no resultes dañado. Pero solo se benefician con estas señales, quienes están dispuestos a obedecerlas.
Quisiera que pensemos juntos en cuanta necesidad tenemos de ser guiados por Dios a través de su cariñosas señales que encontramos en la lectura de la Biblia y en la influencia de su Espíritu Santo en todos los que un día lo invitamos a vivir en nuestro corazón.
Si todavía no vive Dios en tu vida, invitalo a entrar y poseer tu corazón, para que el pueda guiarlo por la senda segura. Esto puede hacerse a través de Jesucristo, confesándolo como tu personal salvador
Dice la Biblia en Salmo 25. 8
Bueno y justo es el SEÑOR; por eso les muestra a los pecadores el camino. Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino. Todas las sendas del SEÑOR son amor
y verdad para quienes cumplen los preceptos de su pacto.
Y también en Isaias 48.17
Así dice el SEÑOR, tu Redentor, «Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar. Si hubieras prestado atención a mis mandamientos, tu paz habría sido como un río
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario