Amor


Cada tanto nos conmueven noticias de actos de entrega, hechos que definen lo que esta palabra encierra y que muchas veces es difícil describir: el amor.
“Te quiero hasta el cielo”, dicen los niños a sus padres, “Solo la muerte nos separará” se juran amorosamente los novios, y frases como estas abundan para intentar demostrar ese sentimiento que corre por nuestras venas hacia los seres queridos.
Tal vez, a esta altura de tu vida, experimentaste el amor de tu familia, tu cónyuge o tus amigos no porque te dicen “te amo”, sino por situaciones en tu vida donde lo demostraron. Tal vez, durante una enfermedad, viste como se preocuparon por vos y te atendieron, quedándose despiertos o llevándote a costa de esfuerzo a un centro asistencial para que mejores pronto.
O tus amigos, esos que declaraste que son tus amigos, porque se jugaron por vos, cuando lo necesitaste y no les importó perder tiempo, fuerzas o dinero para verte bien.

Tal vez experimentaste el verdadero amor de una mujer o de un varón, porque encontraste tu “media naranja“ No fue aquel o aquella que te pasa a buscar puntualmente, o te lleva a pasear en un auto moderno o te saca las entradas para ver tu cantante favorito. Probablemente fue el que pudiste mirar a los ojos y descubrir que te pica la panza o que te derretís con su mirada, o que cuando te habla se te nubla la vista.
Un novio le escribió una carta de amor a su novia que decía:

Noelia, por vos daría mis ojos, mi corazón, mi vida. Cruzaría los más profundos valles, los más oscuros parajes, treparía las más altas cimas, cruzaría embravecidos océanos, solo por volver a ver tus tiernos ojos.
Noelia, será una eternidad para mi hasta que llegue el sábado en donde volveré a verte.

Tu amado, Franco.

PD: Si no llueve no voy.

No, claro eso no es amor. Amor es dar, no recibir, el amor se da no se exige. El amor no espera nada a cambio, entrega y cuanto más hace más ama la persona. Casi siempre, el amor se demuestra con hechos, y no con palabras. Así, uno de los actos que mejor demuestran el amor, es cuando entregamos algo o todo de lo nuestro a aquellos que amamos, sin esperar de ello, recompensa o reconocimiento alguno, de lo contrario no sería amor, sino solo un intercambio.
El apóstol Pablo, escribiendo sobre el amor, define de una manera brillante, lo que significa amar:

Si hablo las lenguas de los hombres y aun de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido. Y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los designios secretos de Dios, y sé todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada. Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para tener de qué enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve.
Tener amor es saber soportar; es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse ni guardar rencor; es no alegrarse de las injusticias, sino de la verdad. Tener amor es sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.
El amor jamás dejará de existir

Dios sabía que por naturaleza nos rebelamos a sus mandamientos y que lo único que merecemos por tal rebelión es la condenación eterna. Pero también sabía que El tenía la solución a nuestro problema: Un Salvador único y efectivo, que pudiera rescatarnos de nuestra vida alejada de Dios y darnos una nueva visión y esperanza en este mundo.
Y así fue como Jesucristo, herido y muerto en la cruz por nuestros pecados, nos da vida cuando lo reconocemos como nuestro Salvador y nos arrepentimos de nuestra vida sin Dios.
“Fue atormentado a causa de nuestras maldades, el castigo que sufrió nos trajo la paz y por sus heridas alcanzamos la salvación”, dijo el profeta Isaías hablando anticipadamente de la obra de Jesucristo en la cruz.
Jesús no dio su vida y se transformó en una estatua o en un cuadro de un prócer célebre: murió y resucitó.
El vive hoy en los cielos y esta esperando que te acerques a El , aceptando su entrega por amor para darte la vida eterna. Espero que hagas este paso de fe para salvar tu vida eternamente.

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