Tenis de Mesa


El tenis de mesa es un espectacular deporte en el que los reflejos y la coordinación son imprescindibles. Diversos inventores y empresarios diseñaron a través del tiempo raquetas de madera, de madera con goma, de aluminio y de cuerdas, aunque finalmente se impuso la de goma, además de diseñar diferentes mesas de juego con diferentes reglas. Las pelotas de goma originales fueron reemplazadas por el celuloide. Uno de los primero juegos registrados del tenis de mesa fue el "Ping-Pong" en 1902 por Arnold Parker, quien lo llamó asi por el sonido que producía al golpear la pelota la raqueta y la mesa. Este juego fue exportado a las colonias inglesas, donde se empezó a practicar, especialmente en China.
En Inglaterra se realizaron los primeros torneos a principio del Siglo XX. Se crearon equipos, asociaciones, libros y revistas sobre el juego. En la década del 20 el juego se popularizó en países europeos. En 1926 se constituye la Federación Internacional de Tenis de Mesa y organiza el Primer Campeonato del Mundo.

El deporte actual se juega al mejor de 5 sets a 11 puntos (con diferencia de dos) Se pueden jugar en modalidad individual o dobles. El saque debe picar una vez en el campo propio y una vez en el campo adverso, sin tocar la red. Pierde el punto el jugador que no es capaz de devolver la bola al campo contrario. Cada dos tantos se cambia el saque.
Pero tal vez lo más curioso y aleccionador sea su origen. Se sitúa en Inglaterra, en la década de 1870. Parece ser que los jugadores de tenis que veían frustrados sus partidos por un clima adverso, natural en Inglaterra, inventaron un juego de interior basado en el deporte que deseaban practicar. Una larga mesa de comedor o tal vez una mesa de pool, una pelota de goma de los niños, una red hecha con cuerdas o libros y una raqueta creada con una tabla de madera (como la de las cajas de habanos) eran suficientes para jugar el primer tenis de mesa.
La contingencia del tiempo lluvioso, no detuvo a los aficionados al tenis y su empuje por disfrutar del juego y practicar lo que para ellos era bueno, les movió el ingenio para desarrollar uno de los deportes más inclusivos del mundo, ya que puede practicarlo cualquier persona que se anime a impulsar al campo opuesto la pelota con un golpe de su paleta. Un amplio rango de edades, estados físicos y capacidades, permite practicar este deporte tan familiar.
A veces las circunstancias adversas, son oportunidades para mover nuestra” mente en reposo“ hacia nuevos horizontes de progreso. Más aún, podemos mejorar, adquiriendo experiencia cuando aprovechamos esas circunstancias difíciles para elaborar nuevas estrategias de vida.
Leyendo mi Biblia, encuentro el relato de un hombre que supo aprovechar las adversidades o al menos pasarlas sin deprimirse y lograr subir espiritualmente por esta razón. Me refiero a Pablo, el apóstol de Jesús que más texto escribió en el nuevo testamento de la Biblia. Este hombre señalado por Dios para anunciar el evangelio por toda Asia y Europa, pasó muchos de sus años de predicador encarcelado, por causa del mensaje que anunciaba, contrario a las normas del Imperio Romano. Sin embargo, durante su encierro y soledad, escribió gran parte del contenido del Nuevos Testamento de la Biblia.
Entre las cosas que escribió este “preso político” a los cristianos que vivían en Filipos, una ciudad griega, los animó a que frente a las adversidades de la vida, supieran encontrar la fuente de poder… escuchemos lo que dice:
“He aprendido a estar conforme con lo que tengo. Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con mucho o con poco : Todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.”
Muchas circunstancias pueden nublar nuestro cielo de esperanza, pero en Dios, la fuente de todo bien, podemos salir adelante. Pablo decía que encontró el secreto para vivir contento, y es algo que permanece oculto al común de la gente. Es porque esa fuente de poder está en Dios, que está dispuesto a relacionarse con nosotros y darnos toda clase de bien espiritual que repercutirá en nuestra vida. Esto solo es posible si reconocemos nuestra pobreza espiritual y su gran poder demostrado en el sacrificio de Jesús, muriendo y resucitando para hacernos justos delante de Dios.

“A todos los que les recibieron (a Jesús), a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser llamados hijos de Dios”

“Dichosos los pobres de espíritu, porque ellos serán saciados”

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