Rompecabezas


Hay algunas cosas sobresalientes en los rompecabezas: Lo primero que surge es que demandan tiempo y paciencia. Algunos se arman en pocos minutos, otros llevan horas y a veces días y semanas. Sin embargo el resultado genera siempre satisfacción, el hecho de completarlos, nos llena de placer y hace sentirnos vencedores, aunque nadie nos haya hecho el desafío.
Otra cosa importante que surge pensar es que el proceso de armado, generalmente buscamos las piezas con lados rectos, esas que nos indican los extremos, que sirven de referencia para el entender el conjunto armado.
El trabajo que involucra armar un rompecabezas, se disfruta más cuando se hace en compañía, donde las personas que participan festejan o se fastidian en el proceso, pero a todos los hace sentir parte del proyecto
Con estas pautas, quisiera que pensemos juntos en nuestros días como un rompecabezas que debemos armar para sentirnos realizados o completos como personas.
Cada día es como una pieza del rompecabezas que debemos tomar y colocar en el lugar justo. Podemos hacerlo descuidadamente y la pieza no va a encajar en el conjunto.

Pasa así con algunos días, queremos hacer todo rápido, urgente, como lo demanda la sociedad en que vivimos, pero hay cosas que requieren cautela y tranquilidad y nos obligan a tomarnos el tiempo necesario para tener buenos resultados
Además, puede ser que ese día, tenga como en las piezas sueltas, formas demasiado complicadas o colores que nos desorienten, pero tenemos que afrontarlas con firmeza, porque al final, con el conjunto armado, lo que ahora nos parece extraño, tomará sentido una vez finalizado el trabajo. Habrá días que ocurran cosas extrañas, y nos sintamos perdidos, pero al pasar los días veremos que sirvió para mucho haber retenido esa pieza a pesar de haber experimentado cierto desconcierto,
Algunos días, encontramos piezas de nuestras vidas con bordes rectos, verdades que se convierten en parte de nuestra razón de ser. Otros días encontramos piezas que encajan juntas, así que entendemos más sobre nosotros mismos y la obra de Dios en nuestra vida. Y todos los días podemos conocer la alegría de compartir nuestra vida con otros e invitarlos a que sean parte del proceso de descubrir quién somos.
Lo principal que debemos recordar es disfrutar el proceso, sabiendo que un día veremos el cuadro en su totalidad.
Abrí mi Biblia y busqué algunos pasajes que quiero compartir con ustedes para ilustrar, con sabiduría bíblica lo que les comenté:

Palabras del Señor Jesús en Mateo 5:
Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? .
¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe? Así que no se preocupen diciendo: "¿Qué comeremos?" o "¿Qué beberemos?" o "¿Con qué nos vestiremos?" Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.

Libro de Eclesiastés cap. 7 escrito hace cerca de 3000 años
Acepta el modo en que Dios hace las cosas, porque, ¿quién puede enderezar lo que él torció?
Disfruta de la prosperidad mientras puedas, pero cuando lleguen los tiempos difíciles, reconoce que ambas cosas provienen de Dios. Recuerda que nada es seguro en esta vida.

Libro del profeta Isaías cap. 48
Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar.

Salmo 73
Pero yo siempre estoy contigo, pues tú me sostienes de la mano derecha. Me guías con tu consejo, y más tarde me acogerás en gloria. ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.

Carta a los Hebreos cap. 12
Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.

Palabras de Jesús en Juan 14
Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí.

Enfrentemos cada día con ánimo y confianza, este rompecabezas que nos propone la vida
Con cordiales saludos

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