Cuantas cosas encierra un nombre, ¿no?. Basta escuchar o nombrar a alguien para asociarlo con el amor, la bronca, el deber, el reclamo, o la ternura…
El nombre es como una marca imborrable que juega un papel importante en la vida del ser humano.
Antes la gente no se traumaba como hoy para elegir un nombre. Casi por una ley tácita, los hijos llevaban el nombre del padre, que era el mismo que el del abuelo y el tatarabuelo.
En otros casos, para evitar controversias se recurría al santoral del calendario y se ponía el nombre del santo correspondiente a la fecha. Con el tiempo, esta costumbre de perpetuar un nombre cayó en desuso. Entonces los nombres empezaron a ser diferentes a los de los padres.
Nosotros que vivimos en una cultura occidental, utilizamos los nombres simplemente para designar y diferenciar a las personas, y los elegimos porque nos gustan, o para recordar a seres queridos o a familiares.
Pero muchos siglos atrás, el nombre de cada persona se elegía para transmitir ciertas características implicadas en el mismo. Tenían un significado especial que con el uso y la evolución del lenguaje se ha ido perdiendo y por tanto, muchas personas no conocen el origen y significado de su nombre.
En la cultura bíblica, en el mundo hebreo, como en la mayoría de las culturas mundiales antiguas, los nombres siempre significaban cosas: palabras o frases que representaban algo para cualquiera en ese tiempo. Muchas veces eran utilizados para describir alguna de las experiencias de sus padres. Los nombres en la Biblia tenían dos propósitos claros: describir e identificar. Les doy algunos ejemplos:
Gershom significa “ un extraño aquí”. Moisés, su papá era un exiliado en el desierto cuando él nació
José quiere decir: “aumentado”. Su madre, Raquel, oró a Dios para que pudiera tener más hijos. Benjamín: hijo de mi diestra o preferido.
Lo-ammi : “No es mi pueblo”. Oseas, su padre era profeta y expresaba el rechazo de Dios a Israel por su desobediencia.
Esaú significa literalmente : velludo
Coré: calvo
Zacarías: Dios se acuerda , y así podría mostrarles miles de nombres.
Muchas personas además solían tener sobrenombres así como ahora usamos “Negro”,” Cacho”, “Peti”,” Zurdo”,”Colo”, etc:
En Marcos 3:17 dice que Jesús, a “Jacobo y su hermano Juan, hijos de Zebedeo , llamó Boanerges, que significa: Hijos del trueno
En Juan 1:42 dice que Jesús, “mirándolo fijamente, le dijo: —Tú eres Simón, hijo de Jonás. Serás llamado Cefas (es decir, Pedro).
En Juan 11:16 se dice que Tomás era “ apodado el Gemelo”
Hechos 4:36 se menciona a “José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, hijo de consolación).
Finalmente, debo mencionar el nombre que tiene un gran significado para mi y para muchos: Jesús . Su nombre fue elegido proféticamente. Mateo 1:21 dice:
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.' Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: 'He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel' - que significa: 'Dios con nosotros.'"
Jesús no era en su tiempo, un nombre especial. De hecho hay cuatro personas llamadas Jesús en el Nuevo Testamento. Era un nombre bastante común, ya que fuera de su pueblo lo llamaban “Jesús de Nazaret” para aclarar de quien estaban hablando.
Entonces, ¿Por qué Jesús es un nombre tan importante? .Dijimos que “El nombre declara quien es la persona y qué representa para el que lo conoce”. Jesús es Dios encarnado, que vino a vivir entre nosotros para mostrar el amor de Dios y murió en la cruz para que su sacrificio nos acercara a Dios. La Biblia dice en Romanos 5.8:
Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
En Juan 16:23, Jesús dice: Ciertamente les aseguro que mi Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre.
Cada vez que dice “en su nombre” no indica que nombrar a Jesús, confiere un poder especial, tampoco es un elemento místico, o que da suerte, o que cambia el rumbo desgraciado de alguien. La palabra Jesús encierra la grandeza y amor del que vino a buscarnos porque estábamos lejos de Dios y para volvernos a Él.
Por eso los cristianos oramos en “el nombre de Jesús”, porque ese ser divino es el que nos lleva a la presencia de Dios quien nos acepta.
Si ese nombre no representa para vos la grandeza del amor y misericordia del Dios creador y sustentador, te invito a que experimentes el poder de ese nombre, abriendo tu corazón y dejando que Dios transforme tu vida por el poder de la cruz de Jesús.
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