Guardavidas


Hace unos días estuve hablando con algunos atletas que decidieron desarrollar una tarea tan difícil como desestimada por la sociedad, como es la de ser guardavidas. Los legos solemos decirles “bañeros” o “salvavidas”, pero su oficio va más allá de ese nombre sencillo.
Ellos se dedican a prevenir a las personas de los peligros que encierran las aguas profundas y rescatan a aquellos que desobedecieron sus advertencias o sufrieron un accidente en el agua
La vida es fútil, se va de nuestras manos con mucha facilidad y los guardavidas intentan desde su lugar, evitar esa desgraciada circunstancia, aun a costa de perder la propia.

El término guardavidas fue mencionado por primera vez en una reunión del Concilio Nacional de Seguridad Acuática de EEUU en 1983 para dar a entender que el rol de los salvavidas (lifesaver en inglés) había cambiado de esperar a que las situaciones se dieran para atenderlas a adoptar medidas de prevención destinadas a evitar los riesgos potenciales que pueden conducir a una situación de peligro que haga necesario el rescate.
Los guardavidas son excelentes agentes del bien, y su función me recuerda a una de las tantas características de Dios...
Dios es un RESCATISTA 100% efectivo, pero no de bañistas descuidados sino de nuestras vidas. Hay un pasaje en la Biblia que Dios nos dejó que dice:
“Él extendió la mano desde el cielo y me rescató; me sacó de aguas profundas. Me condujo a un lugar seguro; me rescató porque se agrada de mi“ Salmo 18
Las características principales que un lego como yo ve en los guardavías y que representan el carácter divino son las siguientes:
1 - Su foco de atención es la persona en peligro .
A ellos no les interesa la temperatura del agua. Para los guardavidas esto es algo despreciable al lado del valor que tiene una persona en riesgo.
Así también, Dios ha centrado toda su atención y cuidado en los seres humanos y no ha escatimado recursos para darle felicidad, siempre y cuando estemos en su camino.
La Biblia en Romanos 8.31 dice: Si Dios no se guardó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿no nos dará también todo lo demás?
2 - Está siempre atento.
Jamás vamos a encontrar un guarda vidas durmiendo la siesta. Él está todo el tiempo mirando hacia el mar. Observa a cada persona que está en él, hasta llega a conocer algunas características de cada uno, después de varios días en la misma playa. Sabe que al niño de malla naranja le gusta meterse después de la rompiente, sabe que aquella señora de cabello largo se mete solo por los tobillos, se da cuenta quién sabe nadar y quién no. Es un gran observador de las personas que cuida.
Dios también está muy atento a todo lo que hacemos, y por eso muchas veces aparece en nuestra vida para llamarnos la atención. No lo hace gritando, sino a través de hechos y emociones que a veces tenemos que atravesar. En esas circunstancias pensamos en Dios y el aprovecha para que pongamos nuestra mirada en él.
Salmo 33 de la Biblia: El Señor mira desde el cielo y ve a toda la raza humana. Desde su trono observa a todos los que viven en la tierra. Él hizo el corazón de ellos, así que entiende todo lo que hacen.
3 - No hace acepción de personas.
No podemos imaginarnos a un guardavidas diciendo: ''Ah no! La que está en peligro es una mujer, yo no atiendo a mujeres'' o '' No voy a ir a rescatar a ese pibe. Le avisé varias veces que esa era una zona peligrosa, ahora que se las arregle solo!.
Felizmente los guardavidas no actúan así, sino que van en rescate de cualquiera que lo necesita.
Dios extiende su amor a todas las personas sin excepción, porque él hizo un mundo diverso y todas las personas tienen el mismo valor:
La Biblia dice: Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3.16
4 - Siempre saben lo que deben hacer.
No son ningunos improvisados. Ningún guardavidas, en el momento de encontrase con la persona en aguas profundas le dice: ''Disculpá, no recuerdo como llegué acá, ni qué tengo que hacer ahora, me ayudás?'‘
Jesús vino a este mundo con un propósito: Vivir con nosotros para comprendernos y relacionarnos con Dios. Murió por nosotros para trazar el camino a Dios, según estaba profetizado de él miles de años antes. Jesús dice: “Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” Juan 10.10
5 - Advierten el estado del agua con banderas que sirven de señales.
Ellos comprueban primero el estado del mar antes de abrir la playa para las personas. Prueban el agua, miden la marea, revisan el fondo que esté libre de pozos, etc. Conocen muy bien el terreno y advierten con señales a la gente colocando boyas indicadoras o plantando banderitas para limitar terreno peligroso.
El Salmo 121 de la Biblia dice: Mi ayuda proviene del Señor, creador del cielo y de la tierra. No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. El Señor es quien te cuida, el Señor es tu sombra protectora. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. El Señor te protegerá; de todo mal protegerá tu vida. El Señor te cuidará en el hogar y en el camino, desde ahora y para siempre.

Gracias a Dios por los guardavidas, que son un brazo de Dios en las aguas. Y gracias a Dios por todas las personas que diariamente, y en forma anónima, se exponen para auxiliar a sus desconocidos prójimos en peligro.

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