La bicicleta es probablemente el único vehículo que aprendemos a conducir cuando somos niños y que utilizamos durante el resto de nuestra vida. Sin embargo, rara vez nos detenemos a pensar en los conceptos físicos que están relacionados con ella, aunque a simple vista parezca imposible que alguien pueda mantenerse en equilibrio sobre dos ruedas.
Una buena pista para entender su funcionamiento es el hecho de que el estar “en movimiento” ayuda a no caernos. Cuando la bicicleta avanza, sus ruedas están girando. Algunos de los conceptos físicos presentes en una máquina tan simple como esta son las velocidades lineales y angulares, fuerzas, equilibrio, peso, rozamiento, palanca, energía cinética y potencial gravitatoria, trabajo y potencia.
La Universidad Tecnológica de Delft (Holanda), publicó un artículo donde tiene en cuenta nada menos que veinticinco factores que en conjunto son los responsables de la estabilidad y maniobrabilidad del vehículo.
Las bicicletas que usamos actualmente tienen un diseño que permanece casi sin cambios desde hace décadas, y los fabricantes rara vez lo modifican, simplemente funciona bien. La cuestión es que andar en bicicleta es muy fácil.
Cuando somos pequeños, en general comenzamos a andar con unas extensiones con ruedas chiquitas a los costados de la rueda trasera de la bicicleta. Esto hace que no caigamos cuando todavía no tenemos suficiente práctica de manejo. Pero a medida que vamos tomando confianza, salimos cada vez más rápido y en poco tiempo, ya no necesitamos más las rueditas.
Este estudio sobre la bicicleta, lo efectué siendo profesor de física de la una escuela y fue muy divertido plantearle a mis alumnos esas cuestiones en la que muchos físicos todavía no se ponen de acuerdo.
Pero todo esto me llevó a pensar en una palabra que usaron los científicos cuando se refirieron al uso de ella: se realiza un acto de fe al subirse, confiando en que no va a caer…
Cuando hablamos de la “salvación de Dios”, hablamos de la acción por la cual, el ser humano recibe el favor de ser perdonado de sus pecados gratuitamente y de obtener la vida eterna de parte de Dios, a fin de escapar del juicio final. Este es un acto de fe muy parecido al acto de fe de subirnos a una bici y andar.
La Biblia nos explica claramente, como alcanzar la salvación y llegar al conocimiento de la verdad:
En el evangelio según San Juan capitulo 1.12 y 13 dice claramente:
“A todos los que le recibieron (a Jesús), a los que creen en su nombre, le dio el derecho de ser llamados hijos de Dios, los cuales no son engendrados por sangre (herencia), ni por voluntad de carne (decisión propia), ni por voluntad de varón (por asociación social o preferencias personales), sino de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario