Libertad

Los editores de los libros de mayor venta, los Best Sellers tratan de orientar sus temas hacia lo que estiman es más importante para mucha gente. Entre esos temas se encuentra la libertad. Si observamos una lista actual de los libros más populares que te enseñan a hacer algo, descubriremos cuántos tratan de cómo liberarse de alguna cosa: en las finanzas, la salud, el trabajo, las actitudes y las relaciones humanas. Los editores saben que en nuestra búsqueda desesperada de una vida satisfactoria y placentera, los problemas emocionales están pasados de moda y la libertad personal, muy de moda.

No es sorpresa, entonces que la Biblia, uno de los libros que ha permanecido en la lista de los de mayor venta, hable de cómo vivir con libertad. Muchísima gente ha encontrado el camino para liberarse de sus malos hábitos a través de la lectura y meditación de la Biblia. Pero las Sagradas Escrituras ofrecen el único enfoque en que la verdadera libertad se vive: no cuando damos rienda suelta a los deseos propios, sino obedeciendo al Dios todopoderoso.
Muchas personas creen que son libres porque se divierten y hacen todo lo quieren. Sus antojos no tienen límites y muchas veces esa vida sin freno les hace llegar a un hastío que desemboca en perversidad.
Piensan muy poco en Dios o no piensan en nada eterno o divino, asumiendo que la vida de compromiso o relacionada con Dios es aburrida y restrictiva y que el verdadero color de la vida se aprecia cuando le damos “rienda suelta” a nuestros instintos.
Un ejemplo puede aclarar este tema:
Supongamos que un barco se está hundiendo y que el capitán lo sepa pero no los pasajeros. Así que va a ver a los de segunda clase y les dice que pueden pasar a disfrutar de primera clase. Que pueden comer todo lo que quieran, beber todo tipo de bebidas y que no hay restricción para los tragos.
El que quiera jugar al futbol en el comedor de primera puede hacerlo y si algo se rompe, nadie le reclamará nada. En esta situación los pasajeros estarían encantados y aprovecharían esta oferta del capitán. Pero al poco tiempo de este disfrute, se hundirían y encontrarían la muerte.
Este cuadro representa muy bien el tiempo actual. La gente vive despreocupada, sin pensar lo que viene, y sin prepararse para el futuro eterno.
Muchos viven en completa “libertad” y su desenfreno parece no tener límites. Nada los detiene y como tienen esa sensación, continúan sin problemas. Así piensan que son reyes de sus propios reinos y que ellos mandan. Pero hay una realidad y es que cada uno de sus actos serán juzgados..
Dios no es un capitán que sabe que el barco se hunde y no dice nada. Por el contrario, él lo advierte por su Palabra, la Biblia, que pronto viene un juicio, y que hay que escapar de Él.
Dios ha provisto el modo de ser salvos de ese juicio y es a través del sacrificio que hizo Cristo en la cruz.
La verdadera libertad se encuentra en Jesucristo. El nos capacita para que lleguemos a ser todo aquello para lo cual fuimos creados: Honrar a Dios y cumplir sus propósitos divinos en este mundo. Sus “mandamientos” son como las alas de un pájaro y como las velas de un barco. El autor de los salmos se alegraba que la Palabra de Dios era la clave de su libertad personal. En los mandamientos de Dios encontró la guía y la fortaleza para moverse con libertad en la vida.
El Salmo 119:45 dice: «Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos» Imaginémonos lo que sería ser liberado de nuestra mayor ansiedad, de nuestros tremendos afanes, de nuestras malas costumbres y vivir con verdadera libertad espiritual . Esto puede suceder, si lo deseamos. Si queremos encontrar libertad hoy de todas las cosas que renegamos que queremos dejar, obedezcamos los mandamientos bíblicos y podremos liberar el corazón sin temor a caer en el descontrol..
La verdadera libertad no está en hacer las cosas a nuestra manera, sino a la manera de Dios
Abrile la puerta de tu corazón y la verdad de Dios te hará libre.

No hay comentarios: