Caperucita Roja ó ¿Quién esta hablándome?


El momento de la historia en que vivimos se caracteriza por la fluidez de las comunicaciones. Cada vez más personas entran en la enmarañada red de voces, imágenes y mensajes alrededor del mundo. Pero también cada vez más personas conversan con gente ignota. Relaciones extrañas, que nunca antes se habían generado. Esto implica que también cada vez más personas expongan sus datos y pensamientos en ante perfectos desconocidos, por ejemplo en el chat o las redes sociales, cosa que a nuestros abuelos les hubiera producido una alarma…
Entonces entra en escena, otra vez, Caperucita Roja. ¿Parece un delirio?. Ténganme paciencia y se los explico. Vamos atrás, a su origen.
Charles Perrault nació en París y vivió entre 1628-1703. Fue un conocido personaje de la corte francesa de Luis XIV, escritor, abogado y miembro de la Academia Francesa (1671). A los 69 años publicó un breve libro llamado Cuentos del Pasado o Cuentos de Mamá Oca. Este libro contenía ocho narraciones, que se han convertido en verdaderos mitos de la literatura infantil: Barba Azul, La Cenicienta, La Bella durmiente del bosque, Caperucita roja, El gato con botas, Las Hadas, Riquete el del copete, y Pulgarcito.

Perrault tomó de la tradición oral del folklore popular francés, leyendas medievales, caballerescas o cortesanas, textos del Renacimiento italiano, los retocó y los reelaboró según el gusto refinado propio de su época. Los cuentos adaptados por Perrault no pertenecían a la literatura infantil, sino a la literatura oral destinada a ser narrada en las largas veladas de invierno y él los pasó a la literatura escrita y culta. Para ello suprimió pasajes vulgares y les añadió algunos rasgos de humor. Con todo eso inauguró el género de cuentos destinados a los niños, que tantos seguidores tendría en los siglos siguientes
Los ocho cuentos populares de Charles Perrault son, pues, narraciones para niños, en las que aparece un mundo fantástico de hadas, temibles ogros y personajes malvados, aunque nunca exentos de una cierta ingenuidad, es decir, nunca “aterradores”. Pero una lectura atenta y penetrante descubre en ellos experiencias humanas profundas que, bien interpretadas, constituyen una expresión certera de la lógica de la naturaleza humana y, por tanto, encierran un gran poder formativo.
Sin duda el más famoso fue Caperucita roja. Recordando el argumento, tan conocido, vemos básicamente la lección moral que emerge es la de tener cuidado con quien nos comunicamos y si conocemos realmente con quienes nos relacionamos. La versión original del cuento de Perrault, en 1697 terminaba con la frase “Y diciendo estas palabras, este lobo malo se abalanzó sobre Caperucita Roja y se la comió.”
Más tarde los hermanos Grimm, por el 1850, suavizaron el final aterrador de Perrault y añadieron al leñador que abre la panza del lobo y rescata a Caperucita y a su abuela vivas, como para hacerlo más potable al oido infantil.
Es el único cuento de la colección en el que triunfa el Mal. Pero es porque Caperucita roja no reflexiona, no presta atención a su entorno, no piensa “ajustadamente”, ni reconoce al Lobo .
Le falta prudencia, es decir capacidad de discernimiento. Ve todo borrosamente y no distingue unas realidades de otras. Caperucita simboliza la ingenuidad necia. Confunde el Mal -el malvado lobo- con el Bien -un buen amigo- y eso la lleva a ser devorada por el Mal.
Desde el relato del Edén, donde una conversación inocente entre la primera mujer y la serpiente, deviene en una catástrofe moral con la entrada del pecado en el mundo, hasta el perverso que engaña a una jovencita a través del chat, para abusar de ella, la maldad disfrazada a trasuntado los siglos, dejando a la humanidad con un triste tendal de víctimas
Aunque este relato escrito, tiene más de 300 años, su vigencia es notable. Sabemos por las noticias mundiales que cada día, personas ingenuas, son engañadas, especialmente por la red en su buena fe y muchas terminan abusadas por lobos vestidos de abuelitas.
Hace unos días hable con mis alumnos en la escuela sobre el peligro de hablar con desconocidos cuando ingresan a los ambientes del chat. Muchos jóvenes, terminaron muertos o abusados por perversas personas que haciéndose pasar por inofensivas adolescentes, lograron concretar citas que tuvieron un final espantoso para sus víctimas.
Tenemos que advertir a nuestros niños y jóvenes sobre este peligro latente al que pueden quedar expuestos, si no usan de prudencia y reserva cuando hablan con desconocidos.
Hay que observar con mirada penetrante las realidades del entorno y guardarnos prudentemente de ellas si representan un peligro para nosotros. El que ve todo confusamente está expuesto a mil peligros.
Acerca de la prudencia y la sabiduría, la Biblia se explaya ampliamente, advirtiendo sobre la necesidad de estar prevenidos contra el mal disfrazado.
Les dejo unos párrafos que seleccioné para este momento de reflexión, en la esperanza que estas palabras de la Biblia nos lleguen al corazón y nos infundan la sabiduría y prudencia que necesitamos para caminar en este escenario social tan particular que nos toca vivir.
Mi oración a Dios es por nuestros niños y jóvenes para que puedan tomar de esta sabiduría divina para nutrir sus vidas.

Proverbios capitulo 2
Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del SEÑOR y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el SEÑOR da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. Él reserva su ayuda para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable. Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles. Entonces comprenderás la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino; la sabiduría vendrá a tu corazón, y el conocimiento te endulzará la vida. La discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá. La sabiduría te librará del camino de los malvados, de los que profieren palabras perversas, de los que se apartan del camino recto para andar por sendas tenebrosas, de los que se complacen en hacer lo malo y festejan la perversidad, de los que andan por caminos torcidos y por sendas extraviadas;

Proverbios 3.5-8
Confía en el SEÑOR de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al SEÑOR y huye del mal. Esto infundirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser
Salmo 34.11-16
Vengan, hijos míos, y escúchenme, que voy a enseñarles el temor del SEÑOR. El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga. Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y sus oídos, atentos a sus oraciones; pero el SEÑOR está contra los que hacen el mal

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