Prejuicios
Los prejuicios son barreras. Son juicios que establecemos sobre personas o hechos antes de conocerlos. No nos acercamos a una persona porque alguien habló mal de ella, o porque es distinta. No aceptamos una propuesta porque otro probó y nos habló negativamente, o lo que es peor, sólo por ser desconocida.
Muchas veces esto puede considerarse un acto de prudencia, y tal vez sea bueno, pero otras veces la barrera del prejuicio se establece ante Dios.
Mucha gente conoce a Dios por lo que otros le contaron de Él. Algunos creen que es un ser lejano, un juez implacable que está pendiente de nuestros actos para castigarnos o premiarnos. Otros creen que es un ser bueno que ama y perdona todo y que está dispuesto a que le pidamos todo lo que queremos sin pedir nada a cambio, por ese motivo sólo acuden a El en situaciones de emergencia y luego lo dejan de nuevo allá arriba. Otros creen que para encontrarse con Dios hay que cumplir ritos, reglas religiones, horarios, leyes, creen que es muy complicado, o que es para gente que tiene mucho tiempo. Prejuicios....
Pero Dios quiere que lo conozcamos de veras. Quiere que sepamos cómo piensa y qué espera de nosotros. No por lo que otros dicen o enseñan de él, sino que lo conozcamos personalmente y en base a ese encuentro decidamos qué hacer con él.
Por eso se dio a conocer al hombre. Dios escribió en su palabra, la Biblia, todo lo que el ser humano necesita saber de Él, y también se mostró haciéndose hombre en la persona de Jesús. No dejes que te cuenten de la Biblia: leela! Jesús, Dios hecho hombre vivió entre nosotros y nos enseñó a través de su propio modelo de vida que es un Dios de justicia y de amor, que no dudó en morir en la cruz para que nuestros pecados sean pagados..
Dios quiere que lo conozcas hoy, pero no por lo que otros te cuenten. Te da la oportunidad de tener un encuentro personal con Él , de hablarte al corazón. Sólo te pide que quites la barrera de los prejuicios y le abras tu corazón para que Él entre y viva en vos. Sabés que lo necesitás. Todos lo necesitamos. Entonces, atrevete a buscarlo.
El primer paso para encontrar a Dios es reconocer que él es tu creador y que de él depende tu vida. Entonces cuando llegás a ese estado de conciencia, , vas a reconocer que viviste lejos de Dios y que tu corazón, así, está sucio por el pecado .
La Biblia sentencia que el pago por el pecado ante Dios es la muerte y por eso vino Jesús a morir en la cruz por vos y por mí. El se sacrificó para que nosotros no sufriéramos la pena del pecado.
Asi que necesitamos una limpieza interior. Eso se logra cuando abrimos nuestro corazón y permitimos que Dios lo cambie y lo transforme. Nosotros no podemos hacer ese cambio solos. Vos sabes que muchas veces intentaste cambiar tu vida y no pudiste. Necesitamos un poder superior, una fuerza espiritual que nos regenere.
Cuando Jesús entra en el corazón de las personas, lo transforma y le da una nueva perspectiva a la vida.
A todos los que le recibieron (a Jesús), a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser llamados hijos de Dios.
Así, una vez que le dijiste sí a Jesús, él se encarga del resto. No importa cómo fue tu vida antes, Dios es poderoso para darte una nueva conciencia y una nueva esperanza a tu vida.
No va a solucionar todos tus problemas inmediatamente, pero vas a sentir su presencia en tu vida y su paz te va a acompañar siempre.
Acercate a Dios por medio de Jesús. Orá a Dios, decile que no querés vivir más separado de El y que crees que el puede cambiar tu vida, aceptando que Jesús es tu único salvador e intercesor ante Dios.
Dios nuestro Salvador quiere que todos se salven y lleguen a conocer la verdad. Pues hay sólo un Dios y sólo un Mediador que puede reconciliar a la humanidad con Dios y es Cristo Jesús. Él dio su vida para comprarles la libertad a todos.
San Pablo a Timoteo, 1º carta, cap. 2
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario