Matthew F.Maury: El explorador de los mares


Nació en Fredericksburg, Virginia, EEUU en 1806. Era un hijo de un granjero, y desde muy joven quiso seguir la carrera naval. A los 19 años. Maury se unió a la Armada como Guardiamarina a bordo de la fragata de Brandywine. Casi inmediatamente, comenzó a estudiar los mares y los métodos de registro de la navegación.
Cuando tenía veinticuatro años, ya había dado la vuelta al mundo. En 1839 quedó rengo debido a un accidente y fue obligado a retirarse del servicio activo. Fue destinado a lo que podía ser un puesto poco exigente, superintendente del Depósito de cartas marítimas e instrumental. Se dedicó al estudio de vientos y en especial, las corrientes marinas. La descripción de Maury se ha hecho clásica en oceanografía: Es un río en el océano. Para ayudar a recopilar datos, diseñó diarios de navegación impresos especiales que distribuyó a los capitanes de los barcos.

Preparó, también, mapas de los vientos y las corrientes de los Océanos Atlántico, Pacífico e Índico. En particular estudió la Corriente del Golfo, que investigó por vez primera en 1769 Benjamin Franklin
Con un criterio eminentemente práctico, concibió la idea de establecer rutas marítimas para los buques de vapor. Sus mapas hicieron posible una sustancial reducción del tiempo de navegación, en forma tal que en 1850, se logró en el comercio marítimo internacional, una economía de cincuenta millones de dólares.
Los estudios realizados a través de las cartas de navegación permitieron una clasificación de las travesías y conocer de forma empírica las rutas más favorables, entre las efectuadas, para trasladarse desde un punto a otro.
Maury estaba convencido de que el estudio de los océanos no podía avanzar sin la cooperación de las naciones marítimas. Como resultado de sus esfuerzos, se celebró una conferencia internacional en Bruselas en 1853, en la que los gobiernos se mostraron de acuerdo para adoptar un sistema estandarizado de anotaciones clásicas. Dos años después publicó el primer libro de texto mundial sobre la Oceanografía, Geografía física del mar.
La Academia naval de Annápolis honró a este investigador tomando, a su muerte, el nombre de Maury. “El pionero de los Océanos”.
En un pasaje de su vida y antes de ser conocido por sus investigaciones oceanográficas, Maury se encontraba muy enfermo en cama, y oyó a su hijo que leía en la Biblia el Salmo 8:
Oh SEÑOR, soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos!... Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: «¿Qué es el *hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?» Pues lo hiciste poco menos que un dios, y lo coronaste de gloria y de honra: lo entronizaste sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio; todas las ovejas, todos los bueyes, todos los animales del campo, las aves del cielo, los peces del mar, y todo lo que surca los senderos del mar. Oh SEÑOR, soberano nuestro, ¡qué imponente es tu nombre en toda la tierra!
Entonces le pidió que vuelva a leer el párrafo que dice: todo lo que surca los senderos del mar. Cuando oyó esto él dijo, “Si la Biblia dice que hay senderos en el mar, yo los encontraré”.
Inquieto por esta declaración bíblica, se dedicó a realizar los estudios de corrientes marinas que hicieron famoso su nombre y que trajo tanto beneficio a la navegación.
Un monumento a su memoria se ha levantado en Richmond, Virginia, en el cual el gran explorador esta sentado y al pie de esa imagen hay una Biblia, indicando que gracias a ella, él pudo encontrar ese sitio que para la humanidad permanecía inaudito
Este hombre como otros tantos en la historia de los descubrimientos, basaron sus investigaciones en declaraciones bíblicas. Podríamos preguntarnos: ¿ La Biblia es un libro científico?. La respuesta es no. La Biblia es la terminada revelación de Dios para el ser humano donde se muestra la verdad y propósitos del Creador para su criatura humana. Pero Dios reveló TODAS sus palabras a los escritores inspirados para que grabaran en sus páginas la sabiduría divina que obviamente, incluía declaraciones científicas que lectores de todas las épocas supieron aprovechar.
Entonces ¿cómo puede ser explicado que hombres sin letras y desprovistos de cualquier educación formal pudieron haber declarado verdades que para su propio tiempo serian inauditas y para el nuestro resultaran con absoluta exactitud ?. Los mismos escritores de la Biblia responden a esto diciendo: “ hablamos sabiduría de Dios” (1 Cor.2: 7) y “los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Ped.1: 21). Ellos hablaron con veracidad científica porque Dios así se los revelo.
El filosofo Ingles, Herbert Spencer (1820-1903) declaró que hay “Cinco fundamentos básicos de la Ciencia” : Tiempo, Fuerza, Acción, Espacio y Materia. Pero Spencer no fue el primer hombre en declarar eso. 3000 años antes, Moisés, pastor y caudillo de Israel, bajo la inspiración de Dios declaró;
“En el principio (Tiempo) Dios (Fuerza) creo (Acción) los cielos (Espacio) y la tierra” (Materia) –Génesis 1:1.
Tal vez, leyendo la Biblia hoy no realicemos ningún descubrimiento, pero su lectura comprensiva e iluminada por el espíritu de Dios, nos alumbrara el entendimiento para contar con la sabiduría necesaria para que nuestra vida sea para honrar a Dios y provechosa para nosotros y nuestros prójimos.
¿Experimentaste la sabiduría divina en tu vida a través de las palabras de la Biblia? Te invito a que lo hagas leyendo el Libro Sagrado hoy mismo.
Así dice el SEÑOR: «Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el SEÑOR, que actúo en la tierra con amor, con derecho y justicia, pues es lo que a mí me agrada - Jeremias 9.23-24
Con cordiales saludos

Carlos

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bonito comentario y que buena información sobre el señor Maury. Que Dios lo bebdiga señor Luna. Este salmo me ha impactado, solo me imagino a David, de noche, observando el cielo, de donde vendrá nuestro socorro. Alabado sea nuestro Señor. Saludos desde El Salvador, un país muy bonito que actualmente se está desangrando por tanta violencia. Pido sus oraciones por la paz en mi país. Hasta luego. Mario Menjívar.

Unknown dijo...

Muy bonito comentario y que buena información sobre el señor Maury. Que Dios lo bebdiga señor Luna. Este salmo me ha impactado, solo me imagino a David, de noche, observando el cielo, de donde vendrá nuestro socorro. Alabado sea nuestro Señor. Saludos desde El Salvador, un país muy bonito que actualmente se está desangrando por tanta violencia. Pido sus oraciones por la paz en mi país. Hasta luego. Mario Menjívar.