El Palacio Real de Madrid custodia una gran y variada cantidad de colecciones artísticas de la más diversa índole, entre las cuales está la de los Stradivarius Palatinos, el conjunto más importante del mundo de instrumentos realizados por el famoso luthier Antonio Stradivari, o Stradivarius compuesto por dos violines, una viola y un violonchelo denominados, debido a su ornamentación, los Stradivarius decorados. Además, también se guarda otro violonchelo del mismo autor datado en 1700. Los instrumentos fueron adquiridos por Carlos IV en 1775.
Estos instrumentos permanecen resguardado bajos estrictas normas de seguridad: vitrina blindada, una alarma electrónica y filtros contra los rayos lumínicos que pudieran dañar su estructura. En una palabra, los violines están perfectamente protegidos, pero mudos.
Así como se encuentran ahora no son útiles para nada, salvo, la admiración que despierta en aquellos que los observan. Sin embargo, el luthier Stadivarius los ideó y construyó para que estos instrumentos cantaran, no para que estuvieran silenciosos bajo un cristal.
Esto me hace pensar en que tal vez en su casa usted tenga algún “violín mudo”, si, algún objeto que fue hecho para un fin que ahora no cumple, ni dejan que cumpla. Por ejemplo, una Biblia en algún lugar de su casa. Quizás su encuadernación es fina o tiene una dedicatoria especial que muestra con orgullo, o puede ser un recuerdo de familia. Todo esto es muy apreciable, pero, debe saber que una Biblia, en un estante o cajón, como elemento de recuerdo, es parecido al violín guardado
La Biblia es nada menos que el libro que Dios escribió para dirigirse a los seres humanos y para que conozcan las cosas que no pueden conocerse de otro modo : Quien es Dios, lo que hizo por nosotros, la obra de su Hijo, Jesucristo para salvarnos y el destino eterno del alma de los hombres y mujeres que pueblan este planeta.
No es sólo una cuestión de fe. La Biblia es un libro único. Es el libro más leído, vendido y traducido. Es el libro que más tiempo llevó completar y más diversidad de autores involucró. Ningún otro texto tiene su respaldo arqueológico ni ha inspirado tan enorme colección de bibliografía relacionada. La influencia que ha tenido en la historia humana es innegable y única, y por ningún otro libro tantas personas han entregado la vida.
Sus enseñanzas tienen permanente actualidad. Un niño puede aprender sus sencillos principios, pero toda una vida no alcanza para siquiera vislumbrar la inagotable profundidad de su sabiduría.
Su tema central es el amor de Dios en permanente búsqueda de una humanidad que le rechaza. En sus páginas expresa: (1º Juan 4:10) : “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en rescate por nuestros pecados”.
La sangre de Jesús, Dios hecho hombre, derramada en la cruz del Calvario es el precio de la reconciliación eterna con el Creador para todo aquél que cree. Este es el mensaje universal de salvación, sin distinción de rótulos religiosos.
Mientras los hombres, las épocas, las leyes y las normas cambian, la Biblia permanece, inmutable y única, como el amoroso y paciente llamado de Dios a reencontrarnos con El.
Lo invito a que abra esa Biblia “muda” y que la lea. Permítale que hable a su corazón y lo llene con la luz de Cristo. Allì, en sus páginas encontrará el camino a la verdadera felicidad, no basada en bienes materiales, ni status sociales sino en una nueva óptica de la vida y de la eternidad. Su palabras le contarán el sacrificio que Jesucristo hizo a favor suyo para que no se pierda eternamente, sino que viva hoy con esperanza y en la eternidad con Dios. Este libro no fue creado para ser expuesto como reliquia, sino para ser leído. No enmudezca sus palabras.
Con cordiales saludos
Carlos
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