Matthew F.Maury: El explorador de los mares
Nació en Fredericksburg, Virginia, EEUU en 1806. Era un hijo de un granjero, y desde muy joven quiso seguir la carrera naval. A los 19 años. Maury se unió a la Armada como Guardiamarina a bordo de la fragata de Brandywine. Casi inmediatamente, comenzó a estudiar los mares y los métodos de registro de la navegación.
Cuando tenía veinticuatro años, ya había dado la vuelta al mundo. En 1839 quedó rengo debido a un accidente y fue obligado a retirarse del servicio activo. Fue destinado a lo que podía ser un puesto poco exigente, superintendente del Depósito de cartas marítimas e instrumental. Se dedicó al estudio de vientos y en especial, las corrientes marinas. La descripción de Maury se ha hecho clásica en oceanografía: Es un río en el océano. Para ayudar a recopilar datos, diseñó diarios de navegación impresos especiales que distribuyó a los capitanes de los barcos.
El violín guardado
El Palacio Real de Madrid custodia una gran y variada cantidad de colecciones artísticas de la más diversa índole, entre las cuales está la de los Stradivarius Palatinos, el conjunto más importante del mundo de instrumentos realizados por el famoso luthier Antonio Stradivari, o Stradivarius compuesto por dos violines, una viola y un violonchelo denominados, debido a su ornamentación, los Stradivarius decorados. Además, también se guarda otro violonchelo del mismo autor datado en 1700. Los instrumentos fueron adquiridos por Carlos IV en 1775.
Estos instrumentos permanecen resguardado bajos estrictas normas de seguridad: vitrina blindada, una alarma electrónica y filtros contra los rayos lumínicos que pudieran dañar su estructura. En una palabra, los violines están perfectamente protegidos, pero mudos.
Esto también pasará
¡Cuántas veces nos encontramos con situaciones que superan nuestras fuerzas y paciencia…!
Parece que todo se derrumba y que esa situación ahogará nuestra esperanza. Las siguientes lecturas me fueron de mucha ayuda y quiero compartirlas con ustedes queridos amigos.
“No hay refugio como el Dios nuestro” 1º Samuel 2.2
El anillo del sabio
Existió un Rey que tenía en su corte a un sabio; un hombre de avanzada edad, pasos lentos y larga barba blanca. El Rey, para cualquier acción o decisión que tomara siempre se refería primeramente a su sabio, en ningún momento dudaba en consultarle los problemas y las cosas que sucedían en su reino. Se sentía bien y seguro de que todo le decía el sabio salía bien.
Hasta que un día el sabio por su avanzada edad enfermó de gravedad. El Rey fue a visitarlo en su lecho de muerte y desesperado le decía: - Sabio y viejo amigo, ¿Qué voy hacer sin ti cuando tú no estés?, ¿Quién me dará los sabios consejos y me ayudará cuando tenga problemas que no pueda resolver?... ¿Qué haré... qué haré?
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