

Los docentes forjan la intelectualidad de nuestros niños y jóvenes y son piezas claves en el desarrollo de un país. Sin embargo, se los tienen postergados y relegados a un plano de menor importancia dentro de los problemas de urgencia nacional.
En cambio nombrar ministerio o ministro, nos da la idea de una persona importante, encumbrada, resolviendo temas profundos, organizando tareas y resolviendo problemas de su área. (Aunque lamentablemente, también nos hace pensar en corrupciòn, ineficiencia o apatía frente a los problemas sociales)
En la actualidad, el ministro es superior en jerarquía, reconocimiento, dignidad y sueldo que el maestro. Sin embargo, etimológicamente, el maestro es más importante que el ministro Maestro viene de la raíz magis, el mayor, es decir el que está adelante, el más capacitado, el que puede ser un referente. De este término deriva magister, magisterio, maestro.
Ministro viene del término minor, el menor, el servidor, quien está a las órdenes de su amo o dueño. De allí viene ministro, es decir alguien al servicio del rey o gobernante, sirviendo en el área que le compete y finalmente, sirviendo a la comunidad.